Amanda Martín: “La situación social que viven las chicas en los barrios es muy grave”

Una nueva desaparición de Nadia Rojas. La adolescente que faltó de su casa, de su barrio y de su escuela durante más de un mes -entre el 9 de junio y el 12 de julio pasado- y que se encontraba bajo la guarda de un hogar para Adolescentes Víctimas de Redes de Trata con Fines de Explotación Sexual, falta nuevamente desde el 3 de agosto.

Las autoridades del Consejo de los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires, organismo a quien el Fiscal Federico Delgado había delegado la custodia de Nadia durante el avance de la investigación sobre su primera desaparición, le comunicó al abogado de la familia que la adolescente se había fugado de la institución.

Para hablar de este tema desde Estación Central (Radio Sur, FM 88.3) se comunicaron con Amanda Martín, docente, Secretaria General Adjunta de ADEMyS-CTA.

– Contanos un poco, ¿Cómo sucedió esto?

– Efectivamente Nadia Rojas desapareció por segundas vez. Ella estaba bajo tutela estatal, estaba en un refugio de puertas abiertas, que dependía del Consejo de Niñez, y 48 horas antes de su desaparición fue trasladada a otro refugio que depende del Consejo de la Mujer. Esto lo señalo porque es importante saber que mientras Nadia estuvo en ese refugio de puertas abiertas, ella no dejó la institución, no se fue. Y justamente en este refugio nuevo, donde la trasladaron dando cuenta que efectivamente la niña empezó a señalar las diversas situaciones que tuvo que vivir durante los días en que estuvo desaparecida, incluso mencionando nombres, la trasladan a un lugar donde ni la familia sabía la dirección, no podían verla ni los abogados, porque la Justicia determinó esto para que no se filtrara información y ella tuviera el resguardo por la delicada situación que estaba comenzando a denunciar.

A media mañana del jueves 3 de agosto le comunicaron al abogado que Nadia no estaba en el refugio cuando las autoridades la fueron a buscar. Entonces, esto es doblemente grave.

Si ustedes siguieron los comunicados de la Red de Docentes, de vecinos, de organizaciones de Lugano, que se conformó al calor de la lucha por encontrar a Nadia, en ellos se había señalado que cuando Nadia apareció se registraron denuncias hacia su familia, hacia su madre en particular, había amenazas, es decir que las organizaciones ya advertían que era grave la situación, que corría riesgo si le pedían al Estado que la resguarde, porque según figura en la causa judicial, están todos los elementos presentes para hablar de una red de captación con fines de trata y narco.

Esto es así, figura en la causa judicial y esto es un aspecto importante en la lucha que se desarrolló no solamente por su desaparición, sino de demostrar -y en esto también estamos comprometidos desde el sindicato- que la situación social que se vive en los barrios de zona sur y oeste y en la Capital Federal, es muy grave.

No se trata de niñas o jóvenes que se van solamente por su voluntad a probar suerte con 14 años, sino que a través de diferentes mecanismos, más sofisticados que en el pasado, me refiero a no tener simplemente la idea de que a través de una traffic blanca o de algún secuestro por la calle las mujeres son víctimas de estas redes, sino que hay diferentes mecanismos -incluso se meten en las instituciones educativas, a través de otras menores- para captar, amedrentar, presionar, confundir y engañar a las jóvenes, que entran en un circuito del cual luego, a partir de presiones y amenazas, no pueden salir.

– ¿Hay indicios de que alguien la haya querido inducir a irse? Esto que se quiere instalar, de que se fugó porque no le gustaba el lugar, ¿De dónde sale?

– Bueno, esas son versiones que corren por cuenta del propio Estado, de los diferentes organismos en donde estuvo Nadia. Para la familia, para las organizaciones, para las docentes e incluso para los abogados, esto no tiene que ver con la simple voluntad y la libertad de alguien que pueda irse de un lugar a otro, porque Nadia no tiene recursos para hacerlo. Es decir que está en conexión o en vinculación con personas que le proporcionan esos recursos y a través de esos mecanismos que yo describía se aprovechan de un contexto social muy vulnerable.

En la mayoría de los casos lo que nosotros vemos es que son jóvenes que carecen de recursos, que no tienen un espacio en su propia comunidad, o en su propia familia para desarrollarse, donde incluso los vínculos familiares pueden estar dañados. Todo eso existe en las familias que viven en los barrios más pobres de la Ciudad de Buenos Aires y eso no lo podemos desconocer, pero no es una razón para explicar por qué las niñas o las jóvenes van y vienen o directamente se van y nunca más tenemos rastro y después por testigos son vistas en boliches de la zona de Flores, de Liniers, de la zona de la 1-11-14, como consta también en la causa, donde ya no son simples boliches, es decir, acá están todos los elementos para que el fiscal avance en las investigaciones, con simplemente recorrer la escuela y hablar las estudiantes y los profesores, realmente los testimonios son contundentes.

Hubo allanamientos en boliches de la zona de Liniers, durante la primera desaparición de Nadia, donde había habitaciones en los boliches, es decir, hay mencionados policías de las comisarías de los barrios.

– ¿Y no se han clausurado esos boliches?

– Nada. Entonces, esto es muy grave, porque la Justicia tiene esos datos. Recordemos que Canicoba Corral se excusó de tomar la causa y avanzar en la investigación, entendiendo que no era una causa de trata y que simplemente era el extravío de una niña. Luego, la investigación siguió ese curso, efectivamente se demostró que sí había indicios, y por lo tanto, cuando la niña comienza a hablar -a partir de equipos de psicólogos, terapistas ocupacionales, trabajadoras sociales del refugio donde estaba primeramente Nadia- aún más se confirma esto, que estaba ya planteado en la causa judicial. Es decir, por eso, la trasladaron.

– ¿Quién decidió el traslado?

– Es la fiscalía que está a cargo de la investigación y la que supuestamente habría dado aviso de que había que trasladarla, dado que la niña ya comenzaba a dar indicios firmes de donde podría irse a buscar a las personas responsables de estas redes de captación. Entiendo que es el fiscal, en principio, pero yo siempre explico que hay una red de complicidades. Están involucradas las fuerzas de seguridad, hay testimonios en la propia escuela de Nadia de una nena que previo a la desaparición de Nadia había estado 15 días alejada de su hogar y cuando se la convenció de empezar las denuncias, ella misma se acercó a la Comisaría, antes de entrar se dio cuenta de que al Policía que estaba en esa misma Comisaría, lo había visto en el boliche en el que ella había sido víctima de todas estas redes. Entonces, hablemos de una red de complicidades, porque aquí están vinculados a un negocio.

– ¿Cómo nos organizamos para reclamar que Nadia reaparezca?

– Y cómo nos organizamos, bueno, nosotros en principio siempre recomendamos que la organización de la comunidad educativa, las organizaciones de vecinos, de mujeres, e incluso sindicatos, que sean conscientes de esta problemática que se vive en las escuelas, se involucren y armen actividades y acciones directas para presionar a la Justicia y que vuelque todos sus recursos en la búsqueda de Nadia.

Fuente: www.ctacapital.org

* Equipo de Comunicación de la CTA Capital

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