“Parece tan reciente para algunos. Hace ya 10 años hubo corte de autopista y toma de obrador, mezcla de coraje nervioso y miedos disimulados ante tanta Policía. Carros de asalto, perros y caballos que amenazaban el desalojo. Construíamos coraje a fuerza de risa y abrazos. (…) Vaya aquí el homenaje a ellas. Las de siempre, nuestras compañeras, las que jamás bajan los brazos y no permiten que aflojemos, están junto a nosotros, nos sostienen, nos alientan: “lo que vendrá seguro será mejor para nuestros hijos”. (Fragmento del Editorial de Mario Barrios (Secretario de Acción Social de CTA Autónoma, socio fundador y ex presidente de la UST, en la edición de marzo 2013 del Periódico Pluma Cooperativa).
UST, ya 12 años de empresa recuperada y organización social: El 9 de marzo de 2004 la «Unión Solidaria de Trabajadores quedó formalmente constituida, luego de largas jornadas de lucha. Desde ese entonces a nuestros días, realiza una experiencia de trabajo autogestionado y asociado por los propios trabajadores con articulaciones barriales. La empresa recuperada trabaja en la integridad territorial apostando a la educación, la salud, el deporte, el derecho a la vivienda digna, a la recuperación de la tierra a través de la agroecología y el trabajo autogestionado libre de patrones.
Desde hace ya 12 años, la UST trabaja por la comunidad con un férreo compromiso, junto a los trabajadores, sus familias y vecinos del barrio donde se ubica, San Lorenzo de Wilde Este (partido de Avellaneda). Allí construye colectivamente proyectos, se plantea objetivos y va “cumpliendo sueños”, a fuerza de autogestión y solidaridad.
Entre otras acciones comunitarias, los compañeros y compañeras de la Cooperativa UST fundaron un polideportivo (que alberga y contiene a más de 200 chicos y chicas, que practican futbol y hockey), crearon el Bachillerato Popular “Arbolito” de la UST (una escuela secundaria para adultos con reconocimiento oficial), participaron de la construcción de 100 viviendas, desarrollaron un Centro Educativo, Recreativo, de Producción Agroecológica y Desarrollo Sustentable, lanzaron una radio propia comunitaria- la FM 107.5 La Rebelde. A su vez, entre otras cosas, integran una mesa de organizaciones barriales y la Red de Escuelas de Wilde. Y van surgiendo nuevos proyectos y conquistas a medida de que se va avanzando con la experiencia.
Ser mujer trabajadora de la UST, mucho más que integrar la nómina de socias y contratadas: de un total de 75 trabajadores, las mujeres que actualmente integran la nómina de quienes prestan servicios remuneradas dentro de la UST son pocas: 7. Trabajan en distintas áreas, como el comedor (4), la administración (2) y la Secretaría de Comunicación (1). Si bien han ido aumentado en número en los últimos años, son pocas en relación a la cantidad de compañeros hombres, dado que las principales tareas que realiza la empresa recuperada son más típicamente masculinas y venían siendo desempeñadas por los mismos hombres con muchos años de experiencia: parquización, forestación, mantenimiento de suelos, mecánica y manejo de máquinas pesadas.
Respecto de la convivencia, tal como expresa Gladys Cuenca (socia fundadora, responsable del área del comedor) en la UST hombres y mujeres trabajan a la par, con total respeto e igualdad. Vale destacar que allí se respira un clima de calidez, que incluye un contenedor y comprensivo trato para con las mujeres embarazadas, madres de hijos pequeños y sus familias.
De todas formas el concepto de ser una mujer trabajadora de la Cooperativa UST va mucho más allá que el hecho de cumplir un horario y figurar en su nómina de socios o contratados: Es imposible hablar de la mujer trabajadora de la UST sin incluir a esa gran red de mujeres (esposas, madres, hijas, tías, vecinas) que integran la comunidad de la UST y a diario trabajan poniendo el cuerpo, garra y corazón para concretar, desarrollar y sostener cada uno de los proyectos en los que participa la UST. Son trabajadoras sociales tengan o no título. Son actoras sociales del proyecto de la Cooperativa independientemente de lo laboral.
Ellas han venido cumpliendo un rol fundamental en la construcción colectiva de la cooperativa, en cada uno de los proyectos y sueños que un grupo de trabajadores vienen concretando desde hace más de 12 años en la comunidad de Wilde. En un mundo donde pareciera primar el egoísmo y la individualidad, estas mujeres se destacan por actuar pensando en el prójimo y en el bien común.
Ellas siempre están. Incansablemente. Incondicionalmente. Su rol activo es fundamental. Ellas brindan sostén, contención, asistencia y aportan mucho trabajo, compromiso y dedicación. Realizan un trabajo constante para “hacer realidad sueños”. Ellas dan el ejemplo con acciones permanentes para contribuir a que su comunidad progrese; a que su entorno salga adelante; a que sus hijos, nietos, vecinos, hermanos, sobrinos crezcan sanos y se desarrollen con valores elevados, como la solidaridad y cooperación, la tenacidad, el esfuerzo, la capacidad de lucha por la igualdad y la dignidad, la autorrealización y la responsabilidad social. Ellas, además de cumplir con sus demandantes trabajos, tanto fuera como dentro del hogar, luchan por mejorar la educación, integración y salud de chicos y grandes. Y si, son verdaderas madres y madrinas de cada proyecto y merecen todo el reconocimiento. Muchas veces quedan en las sombras y son las “hacedoras” más tenaces e inquebrantables.
Ellas siempre están ahí. En cada lucha, en cada emprendimiento. Firmes, con toda su garra, fuerza y amor. Mujeres de fuego, mujeres de acero. Apasionadas, verdaderas. Ejemplares. Inquietas. Arquitectas de la voluntad. Maestras en el arte de brindar raíces y alas, de derribar muros y construir puentes de cooperación. No le temen a los desafíos, porque saben que unidas, solas y junto a sus compañeros, pueden llegar tan lejos como se lo propongan.
A la comunidad de mujeres trabajadoras de la UST la integran desde adultas mayores, jóvenes hasta adolescentes. Su rasgo distintivo es la acción. Las podemos ver por los distintos ámbitos del barrio San Lorenzo de Wilde y de la Cooperativa UST, ayudando a sus vecinos, organizando un campamento para más de 80 chicos; trabajando en el Banquito solidario; coordinando un bingo o peña para recaudar fondos; dando clases de Hockey; enseñando en el Bachillerato; yendo a una marcha para defender los derechos de los trabajadores; apoyando una lucha para que en un Hospital, como el Fiorito, se restablezca el servicio de Neonatología; cocinando para los chicos del «poli»; Organizando un acto patrio con la Red de Escuelas; armando un pesebre viviente con la Parroquia; co-conduciendo un programa de radio; llevando a chicos a aprender a cultivar hortalizas en el centro agroecológico de la UST.
Por todas ellas: Chavela, La Negra, Ana, Adriana, Gladys, Julia, Rocío, Johana, Miriam, Lucia, Graciela, Giselle, Alejandra, Débora, Claudia, Magalí, Yanina, Romina, Florencia, Carina, Sandra, Aylen, Soledad, Lara, Casandra, Teffi, etc, etc…. Son tantas que es imposible nombrarlas a todas. Aplausos para todas ellas. Sigan así. No paren nunca. Que el mundo es de quienes saben que se puede y trabaja incansablemente. Que como dice el lema de la UST “en una comunidad organizada todo es posible”.
Florencia Galiotti, Secretaria de Comunicación de la Cooperativa UST