Con el pedido vigente de reincorporación de la enfermera Karina Salinas al Hospital municipal del partido y otra serie de reclamos sin respuesta, ATE se movilizó nuevamente hasta la sede municipal de General Alvarado a fin de concretar un demorado encuentro con el intendente Germán Di Cesare. A diferencia de lo acontecido en agosto pasado, la protesta transcurrió en pésimos modos y amenaza con empeorar su cauce.
El titular de ATE Mar del Plata, Carlos Díaz, se presentó ante las autoridades miramarenses junto al secretario Gremial de ATE Buenos Aires, Cesar Baliña y en compañía también del secretario Adjunto de ATE Mar del Plata, Ezequiel Navarro. Una vez en el municipio, se les informó que irían a tener una reunión con el Secretario de Gobierno. Horas después, ocurrió lo mismo que el mes pasado: el funcionario ya no estaba disponible.
Para insistir en el pedido de una mesa de negociación, la organización sindical ocupó el edificio y denunció haber sido reprimidos por la policía y que incluso hubo balas de goma. Si bien sólo hubo heridos leves, los disturbios no hicieron más que redoblar las críticas contra el Intendente del Frente Renovador.
La seccional Mar del Plata de ATE (que abarca también lo referente a General Alvarado), busca además discutir la situación de los trabajadores contratados, luego de la parcial aprobación legislativa al proyecto para una nueva Ley de Municipales que termina siendo una limitación de las plantas temporarias.
Luego de los serios inconvenientes vividos, el dirigente Cesar Baliña manifestó respecto de Di Cesare: «ahora, se le fue de las manos y tiene un problema mayor porque el conflicto se provincializó a través de la intervención del ministro de Trabajo Oscar Cuartango reunido con nuestro secretario General, Oscar de Isasi».
Fuente: Corresponsalía Mar del Plata