Profundizar o parar el ajuste – ¿De qué lado estás?
Tras la pregunta ¿De qué lado estás? Entre los subsidios y el Paro, Claudio Lozano (presidente del bloque Unidad Popular), Tomás Raffo, Horacio Fernández, Jaime Farji, Ariel Pennisi y Bruno Costas integrantes del equipo de discusión del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), analizan la coyuntura en el marco del Paro del jueves 10 de abril.
Para los autores, y tal como se expresa en el informe adjunto «Profundizar o parar el ajuste», los dos elementos centrales del análisis coyuntural son la quita de los subsidios en agua y gas y el anuncio del Paro Nacional del 10 de Abril.
Extractos del informe:
(..) ni Moyano ni Barrionuevo han sido adalides del paro o movilización alguna en los últimos tiempos. Más aún, en el marco de un creciente proceso de conflicto social que atraviesa todo el país (ver ANEXO), estos dirigentes han demorado la convocatoria al paro, dado que la contrapartida política de los mismos (básicamente la estructura del PJ, con sus gobernadores e intendentes) no les brinda aval alguno para convocar a un acto que ponga en tela de juicio la marcha del ajuste. Es más bien lo inverso, es la conflictividad social creciente la que obliga a reticentes dirigentes sindicales a convocar al Paro,
(..) el Paro ya ha sido exitoso y se vuelve problemático para la estrategia del gobierno, que bastó que se anunciara la convocatoria al mismo, para que al día siguiente se destrabara el conflicto docente, que pasó de no contar con financiamiento y amenaza de suspensiones y no pago de los días de paro, a una resolución que, como se verá en el Anexo, supone grandes concesiones por parte del Gobierno. Así el Paro revela su potencia y define su papel, a saber: la de ponerle un límite social y político al Ajuste.
(..) puede decirse que es la potencia del Paro, expresión de la conflictividad vigente, la que incluso empieza a desarmar la estrategia gubernamental y preanuncia modificaciones futuras. En efecto, si el Gobierno pretendía cerrar paritarias en torno del 25% para lograr una reducción salarial de 10% en el marco de una inflación del 35% y de un aumento del 60% en el tipo de cambio, está claro que al empezar a cerrarse paritarias por encima de lo que pretende (cercano 30%), esta estrategia empieza a erosionarse, y le supone al gobierno el desafío de rectificar el rumbo o profundizar el ajuste, lo que no puede producir sino mayor conflictividad. Punto este al que nos remitimos cuando definimos el carácter fuertemente inestable de la coyuntura (ver informe anterior[1]).