Wilde Este el 24 de Marzo
Homenajearon a sus víctimas y defendieron su identidad en el acto conmemoratorio por el Día la Memoria por la Verdad y Justicia.
Ayer los vecinos de Wilde Este realizaron un acto para conmemorar los 38 años del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. A casi cuatro décadas del horror, parte de la comunidad wildense homenajeó a los desaparecidos y a los militantes perseguidos y torturados por el terrorismo de Estado.
A las 18 hs se realizó una misa en el kolping de la Parroquia Nuestra Sra. Del Valle donde participaron vecinos y familias de desaparecidos. Allí se generó un debate en el que se recordó y homenajeó a las víctimas wildenses de la última dictadura cívico militar religiosa. A su vez se reflexionó sobre los efectos atroces que tuvo dicha dictadura que sacudió y violentó a la Argentina. Entre ellos, el terror sembrado, las torturas, asesinatos y desapariciones de personas y la destrucción de la capacidad productiva del país.
Finalizada la misa, se continuó con una caminata por la Plaza Patio de las Madres, un espacio recuperado por los vecinos y mantenido por la Cooperativa UST, ubicada en Oroño y Pirán (Wilde). Allí se entregó una ofrenda floral en homenaje a los vecinos desaparecidos.
Los vecinos y familiares se comprometieron a seguir luchando para que “nunca más” vuelvan a repetirse hechos de horror y para no perder los espacios que son del barrio. Al respecto, el párroco de Nuestra Sra. Del Valle, padre Luis Domínguez se refirió a la importancia de defender la propia identidad, que el barrio se comprometa a proteger el kolping del Centro Cultural Luis Sánchez y la parroquia, que los funcionarios y militantes K de la Municipalidad de Avellaneda buscan expropiar y es parte de la identidad del barrio. Según alentó el padre, “luchemos para que nunca más nos roben nuestra identidad, como se hizo en la dictadura”.
Como han expresado anteriormente, los vecinos sostienen su voluntad de “defender el espacio que le pertenece a la parroquia y a todo el barrio sin partidismos ni mezquindades políticas de por medio”.
Entre los parientes de los desaparecidos en dictadura se encontraban los familiares de Rafael Piguetti, de Francisco Federico y de Jorge Landriscina. La Parroquia Nuestra Sra. Del Valle y el kolping forman parte vital de la historia del barrio. La esposa de Jorge, Rosa de Landriscina, trabajó más de 20 años en la Iglesia y durante más de una década fue encargada del ropero del kolping que articulaba con el comedor que funcionaba allí. Su hijo, Javier Landriscina fue uno de los impulsores de la construcción de la biblioteca del kolping.
Los vecinos procuran mantener viva la memoria para que los episodios oscuros de la dictadura no se repitan y para que sus vestigios se erradiquen de toda práctica actual y futura. Sostienen que si bien llevamos más de 30 años de recuperación de la democracia, hoy debemos seguir insistiendo por la verdad y la justicia. Consideran que resulta vital que la memoria y las marcas del dolor vivido nos ayuden a iluminar nuestro presente y nos mantengamos alertas en contra de los rasgos de violencia y de las tendencias al autoritarismo por parte del poder imperante. Porque defienden la libertad a ultranza y el respeto a la Constitución Nacional y se alzan en contra de que avasallen sus derechos de ciudadanos.
Por los compañeros y compañeras que ya no están, pero que siguen presentes en cada lucha, los vecinos de Wilde Este volvieron a gritar “nunca más”. Por memoria, verdad y justicia… e identidad. Cerraron el acto ratificando su compromiso de tomar como estandarte su bandera. Expresaron que “el mejor homenaje es 30.000 veces estar presentes y 30.000 veces continuar su lucha”.
CTA Buenos Aires.