Wilde Este: Marcha y abrazo de apoyo a Centro Cultural

Vecinos por la parroquia 3Ante maniobras de funcionarios y militantes K para intentar colocar una unidad básica en las instalaciones del Centro Cultural Padre Luis Sánchez, que pertenece al predio de la parroquia Nuestra Señora del Vallepara, la comunidad de Wilde Este se movilizó durante el lunes 17 de marzo y realizó un abrazo simbólico.

La convocatoria, sin banderas políticas, que se difundió a través de las redes sociales, llevó la consigna: “la Iglesia no se toca” y expresó la voluntad que sostienen los vecinos de que el Centro Cultural Luis Sánchez, el kolping y la Parroquia sigan siendo del barrio y de todos los vecinos. Según indican “para que nunca más usen nuestro templo como local partidario y para que nunca más destruyan símbolos religiosos”.

De este modo, los vecinos sostienen su voluntad de “defender el espacio que le pertenece a la parroquia y a todo el barrio sin partidismos ni mezquindades políticas de por medio”.

Niños por la parroquiaTal como enfatizaron los presentes, defienden ese espacio que tiene gran valor para ellos, ya que albergó el centro de jubilados, el comedor del barrio, la biblioteca, el ropero, el Centro Cultural y más y hoy corre peligro de ser arrebatado de sus manos para convertirse en centro partidario del Gobierno Municipal.

Los vecinos dicen no estar en contra de nadie, solo a favor de defender lo que es suyo y significa tanto para ellos, ya que a lo largo de sus 50 años de historia, allí crecieron, se alimentaron y aprendieron. Expresan su deseo de que las próximas generaciones puedan crecer allí y disfrutar del mismo modo de las instalaciones.

Esta masiva convocatoria se relaciona con el repudio de toda una sociedad que condena los hechos de la semana anterior donde según expresa un comunicado redactado por los vecinos pertenecientes a la comunidad parroquial, una patota del intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, comandada nada menos que por la Secretaria de Seguridad de la Comuna, Monica Ghirelli, violentó las puertas de la propiedad de la iglesia para realizar actividades partidarias.

Orígenes y evolución del conflicto:

Los vecinos explicaron que en el año 2011, durante el acto homenaje con motivo de la jubilación del por entonces párroco de Nuestra Sra. Del Valle, Padre Luis Sánchez (cura obrero, militante, que posibilitó que varias generaciones de Wildenses crecieran en la fe y pudieran construir una vida en torno a fuertes ideales), el intendente de Avellaneda, allí invitado, se comprometió, por iniciativa propia, a refaccionar el salón para ayudar a la comunidad de la parroquia.

Según relataron los vecinos, “llegaron a ocupar el lugar con la excusa de venir a pintar. Entraron y terminaron llenando todo con consignas que aluden al kirchnerismo, colocaron carteles y todo ese tipo de cosas”. Con el tiempo la gente del municipio fue convirtiendo al kolping, sin ningún permiso de la comunidad, rompió imágenes y símbolos religiosos con las que contaba el salón, además de causar constantes atropellos en el trato e imposibilitar la comunicación.

Tal como sostuvieron los vecinos “sería necio e ingrato negar que la Municipalidad haya colaborado con nuestra comunidad. Por eso hemos agotado todas las instancias de dialogo antes de iniciar acciones legales, pero no obtuvimos respuesta del municipio. Hemos pedido varias entrevistas con el intendente, hemos buscado acordar por escrito normas de convivencia, pero fue imposible lograr ser atendidos”.

A su vez explicaron que ante la constante negativa de las propuestas, se decidió prohibir el ingreso a toda persona ajena a la comunidad al salón hasta que las autoridades se sienten a dialogar y acordar la manera de convivir armoniosamente. Esto derivó en dos actos ilícitos en los que el municipio violento las cerraduras. Primero cambió los candados para que no pudieran ingresar a su propiedad, aprovechando los dos días que mantuvieron cerrado por duelo a raíz de la sorpresiva muerte de uno de los jóvenes que participaba en las actividades de la parroquia. Ni siquiera fue respetado en ese momento de luto, tan sentido para todos. Ante el primer ilícito decidieron poner seguridad en el lugar. Luego, intentaron violentar nuevamente las cerraduras a pesar de las advertencias de la seguridad presente. Esta vez fueron directamente las autoridades municipales las que cometieron este atropello e ilegalmente quisieron entrar en el predio que pertenece únicamente a la parroquia en forma legítima y con la documentación correspondiente que lo avala. Por esto han iniciado acciones legales contra la Ministra de seguridad de Avellaneda, autora de este segundo ataque al salón y solicitaron al municipio que retire sus pertenencias y abandone el kolping.

Los vecinos sostienen su noble objetivo: “Defendemos lo nuestro, tiremos juntos hacia adelante por el bien de nuestro barrio”.

Fuente: corresponsalía CTA Avellaneda

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