Jornada nacional de lucha: Miles se movilizaron en Bahía Blanca
En el marco de la convocatoria realizada por la CTA Nacional conducida por Pablo Micheli, se realizó el miércoles 12 en Bahía Blanca una marcha en adhesión a la Jornada Nacional de Paro, Movilización y Lucha contra el Ajuste impulsado por el Ejecutivo nacional y provincial.
La medida contó, como en gran parte del territorio argentino, con una masiva participación de los estatales así como con una contundente presencia de distintas organizaciones sociales y de la comunidad bahiense, que acompañan el reclamo de los trabajadores de la justicia, la salud y la educación.
Más de 3 mil personas se concentraron a las 19 horas frente al municipio, movilizándose luego por el centro de la ciudad hasta el Teatro Municipal donde se concluyó entonando el Himno Nacional Argentino.
“La realidad en las escuelas es muy triste”
Vanina es docente, asistente educacional de escuela especial. Marcha junto a miles de bahienses -trabajadores, jubilados, niños, estudiantes y desocupados- que con paso tranquilo avanzan por las calles céntricas de Bahía Blanca sosteniendo una vela que hace de antorcha, mientras otros cantan, golpean un parche o conversan.
“Vine porque me parecía que teníamos que estar todos. Es la única manera de que nos escuchen y de que de una vez por todas nos den lo que estamos pidiendo desde hace años. Esta vez parece que la marcha está más firme que nunca y ojalá sigamos”, afirma.
Y agrega: “La realidad en las escuelas es muy triste. Faltan materiales, las escuelas están sin pintar, los techos se caen, las sillas están rotas. Eso más todo lo que ya se sabe en cuanto a nuestro salario.”
“Trabajé en muchas escuelas, en la mayoría me ha tocado ver familias de bajos recursos que dejan a los chicos en las escuelas porque tienen que salir a trabajar. Los chicos van a la escuela con hambre. Trabajé en escuelas con comedores donde todos los días había que preparar lo mismo o bien la cocinera tenía que inventar porque no le llegaban los insumos.
He visto chicos llorar de hambre. Hay de todo. La gran mayoría son chicos que están atravesando por una realidad social y familiar difícil. La escuela es el sostén de todo eso y en el medio de todo eso tienen que aprender a leer y a escribir”, resume.
Máximo es profesor de artística y artes visuales. Trabaja en cuatro escuelas de la Provincia, tanto en nivel secundario como terciario. Cuenta que “en algunas de las escuelas la parte edilicia está bien pero en la mayoría está deteriorada y eso implica que no se puedan dar clases de la manera que uno considera que es la mejor forma de dar clases”.
También señala que “En algunas escuelas hay hacinamiento de chicos, en otras todo lo contrario, es decir, no hay un análisis como para distribuir entre las escuelas que están mejor y las que están peor, que son las que suelen tener deserción escolar. En mi materia en particular, a veces no contamos con un espacio para dar clases sino que tenemos que usar el aula lo que implica que debemos limitar las prácticas docentes.”
Finalmente, Máximo explica que a ese contexto de laboral hay que sumarle la limitación del ingreso docente. “La cuestión salarial modifica la práctica”, sostiene Máximo, “Uno trata de ser lo mejor posible constantemente todos los días en el aula pero si no somos bien remunerados debemos viajar por toda la ciudad de una escuela a otra, y eso interfiere en la labor docente”.
“El gobierno está ciego, sordo y mudo”
Así lo afirmó Nestór Alende, quien trabaja en el poder judicial desde el año 1999. Ayer marchó junto a miles de bahienses que respondieron a la convocatoria de la CTA Nacional, sumándose a una jornada de paro y movilización con fuerte repercusión en todo el país.
“Como trabajador judicial e integrante de la Comisión Directiva local de la CTA estoy ampliamente satisfecho por la convocatoria que hemos tenido. Una nutrida marcha de miles de personas”, afirmó Alende, quien celebró la significativa participación de la comunidad en la movilización “por la defensa de las instituciones públicas para beneficio de los trabajadores y del pueblo en general”.
“Sabemos que esta lucha es larga. Que el gobierno está ciego, sordo y mudo respecto a nuestros reclamos. Que las paritarias son una burla y que no se cumplen nuestras satisfacciones en cuanto al reclamo salarial”, añadió.
Sin embargo, abogó por “seguir en este mismo camino” y sostuvo: “Contamos con la simpatía de mucha gente que se va sumando, que no son ni judiciales ni docentes ni son auxiliares ni son médicos pero que son las personas con las cuales trabajamos diariamente como público y saben en la forma en la que trabajamos, que no los podemos atender mejor porque trabajamos en condiciones laborales muchas veces indignantes, muy precarizadas, y ellos merecen tanto como nosotros, que el espacio donde nos encontramos con el público sea mejor, que podamos brindarles un mejor servicio de justicia, de educación y de salud”.
Sobre la situación de los trabajadores judiciales de Bahía Blanca, Alende dijo que han perdido poder adquisitivo respecto al último aumento en cuotas debido “al incremento del costo de la canasta familiar, con una inflación galopante”.
También confirmó que no han sido llamados a paritarias a pesar que desde la Comisión Directiva Provincial de la AJB se enviaron varias notas al Poder Ejecutivo para que se los convoque. “Se muestran reticentes, no hemos sido convocados y por eso seguimos en pie de lucha como el resto de los trabajadores estatales de la provincia”, enfatizó.
Por otra parte, hizo referencia a los problemas estructurales que obstaculizan el buen desempeño de la actividad. “Trabajamos en un poder judicial obsoleto, donde miles de causas y de papeles llenan nuestra oficinas. Hay compañeros que hasta se les dificulta movilizarse dentro de su propia oficina por la cantidad de expedientes, que no van de la mano con la poca cantidad de empleados. Por lo tanto las causas se atrasan. Se ve perjudicado el público y especialmente las personas que no pueden pagar un abogado particular y que por lo tanto tienen que recurrir a servicios gratuitos de los abogados de la defensoría o de la fiscalía”, planteó.
Y agregó: “En mi caso trabajo en la Curaduría Oficial de Alienados. Trabajamos con la gente más pobre y son los más perjudicados porque no tienen el poder adquisitivo suficiente para pagar los honorarios de un abogado particular. En estas condiciones no nos sentimos cómodos porque vemos que nuestro trabajo se va atrasando día a día ya que somos muchos menos de los que deberíamos ser”.
Fuente: corresponsalía CTA Bahía Blanca