Los recursos previsionales son de los trabajadores
por Víctor Mendibil* | El 13 de noviembre de 1992 miles de jubilados encabezados entre otros por Miguel Zárate, Luís Cortadi, Imizkos, Formento y también Norma Plá, entre tantos que ya hoy no están pero que dieron su último aliento en la pelea por sostener un sistema solidario de reparto de las jubilaciones, protagonizaban la Marcha Federal de las Antorchas, afirmando que los trabajadores “encendían la esperanza”.
Para ellos era esperanzador también verse rodeados de militantes que organizaban el Congreso de los Trabajadores Argentinos, primer paso en la construcción de la CTA. Al año se presentaba en el Congreso de la Nación un millón de firmas contra la privatización del sistema de seguridad social, exigiendo la realización de una consulta popular.
Han pasado veinte años de luchas diarias, más de mil miércoles frente al Congreso de la Nación donde la Mesa Coordinadora de Jubilados alzara la bandera de la dignidad de los trabajadores, peleando por sus derechos.
Cuando definitivamente se recuperan los fondos de las AFJP para ser retornados al ANSES y, así administrados para beneficio de sus “interesados”, (jubilados y pensionados),todos festejamos y saludamos esa decisión soberana, (porque nos imaginábamos que se terminaba la apropiación de los recursos previsionales), donde con el dinero de los trabajadores se construyera la base de un fondo para alimentar el mercado de capitales un absurdo, solo imaginable en las condiciones del “capitalismo popular” promovido en los 90, durante el delirio menemista.
Al estatizarse las AFJP en plena crisis mundial, con caída de bancos, de la Bolsa y fuga de capitales, ni los bancos propietarios de las AFJP protestaron esta estatización.
Pero si se verificó una demanda de las empresas y del conjunto del estado para usar esos fondos provisionales. La mejor prueba del uso de esos fondos es que sirvieron en plena crisis mundial para asistir financieramente a la General Motors.
Todos los gobiernos buscaron utilizar los fondos previsionales, cada uno con sus argumentos siempre apoyándose en los consensos obtenidos por el voto popular.
El martes 12 de junio se anuncio Plan de Crédito Hipotecario por veinte mil millones de pesos a financiar por la ANSES, cuyos destinatarios son personas de dieciocho a sesenta y cinco años. La ANSES, excluye a los jubilados de un beneficio habitacional que también sufren, porque es obvio que los jubilados superan los 65 años.
Se ha generado una gran expectativa, son miles los que piden un turno en el banco Hipotecario o que irán a sorteo por 200.000 mil o 350.000 mil pesos, con tasa de interés del 2 al 15 %, lo que supone un beneficio extra ante una inflación del orden del 25 %. ¿Quién financiará este subsidio? ¿Acaso el mismo fondo de ANSES?
Está claro que se posterga nuevamente la solución a los jubilados, donde el 73 % de seis millones de jubilados nacionales perciben la mínima, que todos sabemos, no alcanza a satisfacer la necesidad de nuestros mayores.
Compartir los recursos de la ANSES en diversos programas sociales distorsiona el régimen previsional considerándolo un recurso fiscal más.
Los recursos provisionales son de los trabajadores, generados con aportes propios y de las patronales para asegurar un ingreso previsional suficiente para una calidad de vida adecuada, que se estima en el 82 por ciento del ingreso de los activos. Los trabajadores pasivos resignaron ingresos por 20 años para beneficiar las ganancias y la acumulación capitalista, que se expresa en el bajo ingreso de los trabajadores activos, más de un tercio es informal según (el INDEC) los aportes fueron reducidos en tiempo de Menem-Cavallo y nunca restituidos.
Los jubilados y los trabajadores en actividad somos estafados recurrentemente.
Los recursos previsionales son de los trabajadores y nosostros debemos gestionarlos.
¿Eso supone eliminar el plan de creditos para resolver el déficit habitacional? De ningún modo. Lo que decimos es que deben asignarse recurso fiscales especiales y no acudir a una nueva expropiación de los recursos previsionales de los trabajadores.
Nuestra propuesta para asegurar el 82 % móvil a los jubilados, sostenida sobre la base de la mejora de los ingresos populares supone desafiar el modelo productivo y de desarrollo capitalista en curso.
La propia Presidenta recientemente le expresaba a empresarios estadounidenses que hay que estimular la economía, lo que supone políticas activas, por ejemplo, en la construcción, es por eso que el gobierno nacional acordó con grandes empresas transnacionales la recuperación del sector de la construcción, lo que supondrá jugosas ganancias para esos operadores que hasta ahora se sostuvieron en la especulación y en la inversión para la renta financiera e inmobiliaria.
Necesitamos otro modelo productivo y de desarrollo, lo que requiere mayor unidad de los que luchan y, mayor organización popular para desafiar el consenso de lo posible y construir otra economía para otra sociedad que soñaron y por la que lucharon y dieron la vida, los que hace mas de veinte años, todos los miércoles, se concentran frente al Congreso de la Nación.
* Secretario General de la Federación Judicial Argentina (FJA-CTA)
Fuente: www.agenciacta.org