Internan a Felipe MacDougall, bebé de uno de los choferes presos por luchar
El hijo de Sebastián MacDougall, fue internado este domingo en la clínica Ipensa tras descomponerse. Su mamá Giselle venía transitando el embarazo sin complicaciones, pero el día 3 de abril luego de la detención de Sebastián en un marco de absoluta irregularidad, comenzaron complicaciones con el embarazo que derivaron en un adelantamiento del parto para el día 27 de abril.
“El Bebé ingresó por un cuadro grave ya que no podía respirar, se ahogaba y devolvía la leche que tomaba. Este cuadro se suma a lo que estamos viviendo ya que Felipe presenta dificultades en su desarrollo desde el embarazo. El trágico 3 de abril, cuando se llevan preso a Sebastián, nos marcó” dijo Giselle, al tiempo que agregó: “lo llevamos primero al Hospital de Niños y ahí dieron la orden para la internación en la clínica Ipensa. Era importante ver que no empeorara el cuadro en que se encontraba. Esta mañana amaneció mejor y esperamos el parte médico. Felipe paga con su salud por esta injusticia del sistema de ‘justicia’, como pagamos todas las familias. El gobierno debe garantizar todo para que nuestro bebé avance y se desarrolle. Y mejorar las condiciones de salida laboral y familiar de Sebastián por las restricciones que tiene con la detención domiciliaria para ver a nuestro hijo internado”, expuso.
Sebastián MacDougall tiene 3 hijos, vive en el Barrio Cementerio de la ciudad de La Plata. La repentina determinación de la justicia, complicó el estado en el embarazo de la mamá de su hijo Felipe, nacido el pasado 27 de abril. Junto a Luciano Fiocchi, Pablo Varriano y Emanuel Lázzaro fue detenido el día 3 de abril por una causa en la que se les imputa «coacción agravada y daños en concurso real» durante el conflicto de 2017 que protagonizaron los choferes de la línea Este y la 202 que reclamaban condiciones dignas de trabajo. La lucha fue reprimida mediante patotas al servicio de el empresario Omar Corvelli, y efectivos de seguridad del propio gobierno provincial que tomó partido para el dueño del 80% de las empresas de transporte que operan en la región. A todo esto se suma el accionar de un sector del poder judicial que sin elementos probatorios suficientes y en un proceso plagado de irregularidades, ordenó la detención de los trabajadores que tras 26 días de estar privados de su libertad en diferentes alcaldías continúan viviendo un calvario con la prisión domiciliaria.
En una entrevista concedida a Radio Provincia el 10 de mayo, MacDougall se refirió a las complicaciones que trajo en su bebé y su esposa la artera persecución judicial: “justo el 3 de abril fuimos a la médica y nos contó que el bebé venía con buen peso, creciendo bien. Ese mismo día, tras su detención “se complicó el embarazo” de Gisel, esposa de MacDougall, debido a que“le subió la presión, tiene epilepsia emocional” y que las consecuencias de esas complicaciones hicieron que los médicos decidieran efectuar una cesárea de urgencia el 27 de abril.
“Me llevaron a presenciar la cesárea con una movida de policías como si fuera el delincuente más peligroso de Argentina. Me faltaban el casco y chaleco antibalas. Efectivos con itakas, ameteralladoras, atado de pies y manos. Fue una cosa que nunca pensé pasar. Uno se vistió conmigo para presenciar la cesárea continuamente al lado mío. Fui a ver a mi señora al pasillo y le dije ‘sacame las esposas de las manos para abrazar a mi bebé, por favor’ y como que le toqué el corazón. Lo pude agarrar a mi nene. Quería entrar a la habitación donde estaban los médicos con el nene que le estaban poniendo vacunas, limpiando, pesando y efectuando los controles, pero los médicos de Ipensa se lo prohibieron respetando el derecho a la privacidad de ese momento”, y destacó el trabajo de los profesionales de la salud en ese hospital”
