Desafíos de la organización del Sur global y la agenda de los trabajadores

Para cerrar el primer día, estuvieron Víctor Báez, secretario general de la Confederación Sindical de las Américas (CSA), que representa a 56 millones de trabajadores y trabajadoras y Joao Felicio, presidente de la Confederación Sindical Internacional (CSI), que nuclea a 166 millones de trabajadores y trabajadoras del mundo.

Joao Felicio, presidente de la Confederación Sindical Internacional, criticó al capital que «siempre intenta robar nuestras banderas, pero el capital no tiene banderas, no tiene patria. Tiene una oligarquía que es su representante en cada uno de nuestros países como (Michel) Temer y (Mauricio) Macri, estos presidentes no representan ni a sus patrias ni a sus banderas, están en contra de los pobres». Y agregó: «El capitalismo es perverso en sí y nunca resolverá el problema de los pobres, de los trabajadores».

El titular de la CSI, que representa a 166 millones de trabajadores en todo el mundo elogió a Sigtur porque «es una entidad solidaria que sirve para unificar nuestra luchas. Esta tarea no es fácil porque representamos países diferentes, con lenguas diferentes y muy distantes entre sí. Pero los problemas que vivimos son muy parecidos, no hay diferencia en los problemas que enfrentan los trabajadores de Argentina, Correa, Australia».

Felicio destacó además: «Estamos en una fase de individualismo debido a la perversidad de los gobiernos de derecha, hay una necesidad de politizar a nuestra clase para que no sea tentada por los discursos xenófobos de la derecha».

Y agregó: «Si no discutimos la disputa de poder político los precarizados, los desempleados, los trabajadores informales serán mayoría y los registrados serán minoría y seremos cada vez menos».

«En muchos países están discutiendo programas de agenda mínima para un salario para los sin empleo. Si continuamos asi veremos una masa de destruidos vagando por las rutas. No acepto que el sindicalismo se suicide sin luchar para cambiar esto. Cuanta mas tecnología se utilice menos trabajadores se necesitarán y para eso precisamos de un Estado fuerte y jornada reducida porque no habrá trabajo para todos», concluyó Felicio.

Por su parte, Báez señaló «Nos hablan de desarrollo y tecnología mientras que en la región, en muchos sectores, todavía estamos en la segunda revolución industrial. Debemos discutir las cadenas de valor y terminar con el humo que nos quieren vender para que aceptemos como inevitable la realidad que estamos viviendo. Debemos organizar a los sectores de punta de la tecnología pero también a aquellos que están precarizados y a los trabajadores informales», dijo Víctor Báez, quien además llamó a trabajar por la industrialización de nuestras economías.

«Por un lado se va acumulando un montón de deuda, y por otro lado se está acumulando un montón de dinero ocioso, proveniente de la plusvalía del trabajo en paraísos fiscales, donde está casi la mitad de la economía mundial. Dinero que no se invierte en la producción, no se utiliza para generar trabajo ni para sacar a los trabajadores de la pobreza. Por eso tenemos que responder a esto desde el sector de los trabajadores. Además está la mentira de que la inversión extranjera nos va a sacar de la pobreza a los países de Latinoamérica. Pero ya la CEPAL dio las cifras y eso es mentira», destacó Báez.

«Para hablar de desarrollo necesitamos hablar de democracia y para esto es fundamental defender el derecho de huelga. No sólo defenderlo en la OIT, sino fundamentalmente en las calles para obligar a los empresarios a respetarla. Los trabajadores somos los garantes de la democracia», concluyó Báez.

Fuente: agenciacta.org

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